miércoles, 9 de abril de 2008

“Las piernas no son del cuerpo”



" Juan Luis... ¿ que fue de mi ilusión de niño... ? "

Ahora mismo acabo de terminar de leer un pequeño libro en el que nos vemos reflejados, todos los que vivimos la época y las costumbres que relata su autor.

El libro en cuestión lleva el gracioso y original titulo de “Las piernas no son del cuerpo” y en el Juan Luis Cano, miembro de gomaespuma, nos relata la vida y milagros en un humilde barrio en la España pobre de los años sesenta, concretamente el madrileño de Carabanchel.

La lectura de este libro, para los que sufrimos esos años, con sus alegrías y también sus tristezas, es francamente agradable, y nuestra autentica “memoria histórica” por arte de magia empieza a recordar toda la vida pasada cuando éramos niños, y que ahora ya mayores con todas las comodidades y avances tecnológicos que nos rodean, teníamos completamente olvidada en nuestra acomodada memoria. Es mas todo lo que se lee en el libro lo vemos en la actualidad como algo que ocurrió mucho tiempo atrás, y la realidad es que son poquisimos los años que no separan de esta epoca pasada.

Pues efectivamente, todo lo que cuenta Juan Luis Cano, de su carabanchelera vida pasada en esos años, es completamente cierto, y a pesar de las muchas carencias propias de la época , la cual vivimos con alegría, y pasábamos los días junto a nuestros mayores, lo mejor posible y luchando todos por mejorar nuestra lamentable situación día a día. Eran épocas duras para nuestros padres, pero todos intentábamos pasarlo lo mejor posible, ayudando lo poco que podíamos, manteniendo ese apoyo familiar tan necesario.

Este libro ameno se lee pronto, y lo que nos deja después de pasar lista a todos nuestros recuerdos vividos, es una pregunta un tanto agridulce, en relación con los niños y jóvenes de hoy en dia, que afortunadamente no tienen las carencias que nosotros tuvimos, y disponen de todo lo que nosotros no podiamos ni llegar a soñar en aquella epoca pasada.

La pregunta no puede ser otra que:

¿Quienes tienen más ilusión por las cosas?

¿Los que las tienen todas y no las valoran, permitiéndose tirarlas o cambiarlas por otras sin ningún problema? , o ¿aquellos que no las tuvimos en principio, y vivíamos día y noche soñando y también luchando por poder alcanzarlas?

No se, yo creo que cualquier padre, desea que sus hijos tenga todo lo mejor del mundo sin que estos tengan que esforzarse para conseguirlo, pero lo mismo eso puede llevar a que los hijos posean completamente de todo lo material, y carezcan totalmente por vida de la ilusión, asi como todo lo espiritual del ser humano.

Pero esta es solo mi modesta opinión, que algun sabio nos de la respuesta.

Gracias Juan Luis, por haberme recordado mi pasado, y devolverme mi antigua ilusión por las cosas. Fue un placer leer tu libro.

Joseblog-2puntocero.

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