"Aqui no dimite nadie, a vivir que son dos dias."

Esta visto que pase, lo que pase, nuestros dirigenes tanto politicos como economicos nunca se dan por aludidos de sus incompetencias y como para ellos eso de la crisis no existe, pues viven de putisima madre gracias a los españoles que les pagamos todo. Solo deben de pensar en eso de... " a vivir que son dos dias."

Articulo tomado de Periodista Digital.

PD).- Ya que no dimite nadie, que destituyan al profeta. A la luminaria que le escribió a ZP -¡hace tres meses!- aquello de que ésta iba a ser la legislatura del pleno empleo. Al tío que hace las previsiones económicas del Gobierno.

Escribe Ignacio Camacho en ABC que, al prenda que, encerrado en alguna oficina siniestra, se empeña en que el presidente parezca el doctor Pangloss, el iluso volteriano que creía vivir en el mejor de los mundos, a base de decirle lo que quiere oír. ¿Cuánto cobra ese tío -me temo que son varios, o muchos- por equivocarse?

En el supuesto de que se equivoque, que no se sabe si es peor que esté mintiendo adrede. Que lo echen, por mentiroso o por inútil, si desean gozar de alguna oportunidad de que creamos que estaban actuando de buena voluntad.

Un Gobierno, siquiera por prestigio, no puede hacer el ridículo de este modo. El pobre Solbes está pasando un papelón; cada evidencia asumida hasta por la gente menos lúcida la admite entre apuros con un trimestre de retraso.

Como de economía sabe, sólo cabe pensar que no es él el que controla los números ni los estudios; la sombra de Miguel Sebastián, el hombre que iba a ganar en Madrid con la punta de la gorra, es larga como la de un ciprés sobre La Moncloa.

Su gente es la que está haciéndole los papeles a ZP, la que le come la oreja con ocurrencias y genialidades. Ah, esos tipos, la beautiful zapateriana, los que tramaban las fusiones energéticas que han acabado entregando Endesa... ¡a Berlusconi!

Los que de vez en cuando salen pitando hacia empleos de postín en las constructoras a punto de derrumbe que buscan a la desesperada exploradores que les conduzcan por los pasillos del poder. Servicios de estudios, asesores, consejeros, oficinas especializadas... una legión de «cabezas de huevo» al servicio del optimismo forzoso de un presidente iluminado.

¿Dónde habrán estudiado estos cerebritos de la nueva frontera? Hombre, es verdad que en economía toda conjetura es azarosa, pero lo de esta gente no tendría un pase en la empresa privada. Han convertido al vicepresidente segundo en un pobre diablo, que saldrá mañana a explicar entre balbuceos por qué no ocurrió hoy lo que predijo ayer.

Si no resultase trágico en sus consecuencias, daría un poco de risa el aplomo con que Zapatero sale a pronosticar el porvenir. Lo de la legislatura del pleno empleo mueve a compasión.

¿Y lo de que jamás -pronúnciese solemnemente, con esa solemnidad hueca tan zapateriana: jamássssssss-, en el peor de los supuestos, el paro alcanzaría el mejor dato de Aznar? ¿Y lo de la inflación controlada? ¿Y lo del crecimiento al dos por ciento? ¿Y lo del superávit para afrontar cualquier eventualidad?

Es que todo eso se dijo hace tres meses, o dos, o uno... hasta antier mismo. ¿Pero quién le hace a este hombre los papeles? ¿Quién es el pitoniso, quién el esclarecido augur en el que el César ha puesto todas sus complacencias?

Sea quien sea, está de más en su puesto. Y cada día que pase en él será un día más que el presidente quedará ante los españoles como un charlatán que no se sabe si trata de engañarnos o si se engaña él a sí mismo.

Ninguno de ambos supuestos es tranquilizador, pero tal como se están poniendo las cosas casi sería preferible que, aun mintiendo, al menos él supiese lo que se trae entre manos.

VÍA ABC
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