lunes, 8 de septiembre de 2008

Un "Navegante Perdido" en la Estación Internacional de Canfranc.


Pues bien ya regresé a mi casa, si ya regresé de ese viaje mágico que tenia pensado desde hace ya mucho tiempo y que también os conté en un anterior post publicado en este mismo blog titulado... “ Estación Internacional de Canfranc, su silencio y su misterio”.
Mi viaje mágico obedecía a la llamada de una “dama olvidada” que vive desde ya muchos años tranquila en un bonito valle rodeado de verdes montañas pirenaicas. Una dama que a pesar de los años y el abandono típico de los políticos mediocres que siempre tenemos en España, responsables de su mantenimiento, continúa sin perder nada de su belleza y su misterio.

Estos primeros días de Septiembre los dedique a visitar los Pirineos que yo no conocía y tenia bastante ganas de descubrir estos maravillosos paisajes montañosos. Pero lo que de verdad me llevó a los Pirineos no fue otra cosa que pisar las viejas vías, andenes y vagones abandonados de la Estación Internacional de Canfranc.



En mi llegada a Canfranc, en principio me encontré con un gran inconveniente, que me disgusto bastante, pero que luego cuando me sumergí por completo en el misterioso ambiente de la estación, mi disgusto desapareció completamente. El inconveniente en cuestión es que la gran “dama olvidada” actualmente se encuentra cubierta totalmente por andamios y lonas, ya que por fin alguien pensó en restaurarla, y que esta autentica obra de arte ferroviario no muera en el olvido.

El edificio en si es impresionante, así como todos los demás elementos que componen la estación, formando un marco ferroviario grandioso impropio de la época de su construcción, y digo impropio ya que las enormes medidas de sus numerosos y largos andenes, así como el gran proliferación de vías y dependencias son dignas de una estación moderna actual y no de una estación de el año 1928, fecha en la que nuestro rey Alfonso XIII inaugurara la maravillosa Estación Internacional de Canfranc.



La “dama olvidada” impresiona a cualquier amante del ferrocarril, y tanto la historia vivida por esta, como los innumerables secretos políticos y financieros que esconden sus viejos muros, la dan un sabor de viejo misterio que lo inunda todo, incluido el paisaje montañoso maravilloso que la rodea totalmente.



La “dama olvidada” tiene algo que no se ve, pero cuando uno lleva más de diez minutos en ella ese algo se siente completamente, no se puede decir que es pero cuando nuestros pies pisan sus andenes entre sus viejas vías, notamos que esta dama nos enamora, y que la vieja Estación Internacional de Canfranc tiene una personalidad propia con un misterio magico que el paso de los años y el olvido nunca podrán quitársela.

"Dama Olvidada"... te prometo que regresaré.


joseblog-2puntocero. ... " un Navegante Perdido en la red."

3 comentarios:

J.S dijo...

Impresionante esa dama olvidada. Interesante este tu blog ;)
Un saludo.

JoseBlog-2puntocero dijo...

Gracias j.s te aconsejo visites a esa dama olvidada.

un saludo cordial.

Jose Luis.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo contigo. Yo también he tenido la suerte de pisar sus andenes y el entorno que lo rodea; te llena de misterio, nostalgia y a pesar del abandono, te transporta al pasado y te imaginas la vida que tuvo que tener, locomotoras anunciando su entrada, viajeros nerviosos a lo que puede ser su primer viaje, niños inquietos, un túnel inmenso que les lleva más allá de lo que pueden imaginar, el jefe de estación dando la salida y para hacer más agradable el viaje rodeados de montañas.