jueves, 22 de enero de 2009

Un "Navegante Perdido" en Funchal.

Hoy repasando fotos encuentro un álbum de mi viaje a una maravillosa isla portuguesa situada en medio del precioso Océano Atlántico, esta isla es Madeira. Y mas concretamente encuentro fotos de mi estancia en su capital Funchal, una ciudad que se encuentra escalonada en una montaña que solo mira a una bonita bahía que lo llena todo.

Funchal es una ciudad con un encanto propio, que la distingue de otras y le da una personalidad distinta que maravilla a todos sus visitantes, es una típica ciudad colonial rodeada de flores y en las que sus puestos de riquísimas frutas forman parte de su escenario urbano.

Personalmente a pesar de ser un hombre de tierra firme nacido en el centro de España, la vida en las islas es uno de mis mayores placeres,por lo que los días pasados en esta isla maravillosa fueron francamente reconfortantes y a pesar de haber conocido en mi viaje la isla por todos sus rincones, pienso regresar algun dia, ya que es de esos lugares a los que siempre estamos dispuestos a regresar.



Funchal... La sensación del atlántico

En Funchal pasea por la bahía y disfruta de jardines y terrazas
Sumergirte en sus bosques prehistóricos, mirar desde lo alto de sus montañas o acantilados, y extasiarte ante su paisaje arrugado y siempre florido. Estos son los principales encantos de esta isla portuguesa, que está en pleno Océano Atlántico (más cerca de Marruecos: a 600 km, que de Portugal: a 1.000 km). Aquí se viene a caminar por sus más de 1.000 kilómetros de caminos, a aprovechar su viento idóneo para practicar parapente y surf, o para observar el hábitat de ballenas, delfines o la rara foca monje. Aunque eso sí, no querrás perderte otros atractivos, como pasar un día en un spa, probar su cocina, donde se funden pescados y mariscos con frutos tropicales, o escuchar fados frente a una copa de vino. Madeira es la más grande de las islas que conforman el archipiélago del mismo nombre, que nació hace 20 millones de años tras una intensa actividad volcánica.

Cuando te acercas a Funchal, la capital de Madeira, te sorprenderá la enorme extensión que ocupan sus casas, de un blanco deslumbrante, esparcidas por laderas que se precipitan hacia la bahía. Aquí viven la mitad de los habitantes de la isla (125.000). Pero salvo los edificios hoteleros de la costa, la mayoría son pequeñas casas de tejados naranjas que mantienen la uniformidad y armonía en todas las poblaciones de la isla.

La capital madeirense es una ciudad abierta y limpia, con vistas a la montaña y al mar y cubierta por abundantes jardines y plazas. En la Zona Velha, alrededor de la Sé o catedral, se concentran la mayoría de entretenimientos, ya sea para tomarte algo en alguna de sus terrazas o modernos cafés (como en el resto de Portugal, el café de Madeira es excelente. Pide una "bica" si te gusta solo). Algunos de los más populares y modernos son los del Teatro, con un patio interior, y el del Museo Sacro, con vistas a la plaza del Municipio. Este último es uno de los mejores museos de la isla, con una colección de obras maestras flamencas, muchas obtenidas en el pasado gracias al trueque de azúcar. Aunque la ciudad está repleta de variopintos museos, como el de la electricidad o del azúcar, aparecen nuevos como el que fue inaugurado el pasado mes de mayo: Madeira Story Centre (junto a la base del teleférico. www.storycentre.com), que es un recorrido interactivo por la historia de Madeira desde sus orígenes volcánicos.

Tendrás que probar alguno de los platos típicos madeirenses, como el pez espada con banana (no lo confundas con el emperador, que aquí se llama espadarte), la ensalada de sardinas o la espetada (brocheta de ternera adobada con ajo). El paseo marítimo o las calles alrededor de la capital están llenas de restaurantes, aunque muchos concurridos sobre todo por turistas, como el ex yate de los Beatles, Vagrant (223 572), rescatado del fondo marino y ahora anclado en el puerto de Funchal, donde se sirven comidas. Un lugar popular entre los habitantes de Madeira para comer pescado y marisco es Doca do Cavacas (Ponta da Cruz. 291 762 057) o el restaurante O Clássico del hotel Duas Torres (Estrada Monumental. 291 77 41 11), donde probar las lapas con salsa de ajo o pescados como el cherne (róbalo). Precio medio 25 €. Y para tomar una copa y escuchar fado en directo, Marcelino Pão e Vinho (Travessa da Torre, 22ª. 220 216) o en el veterano Arsénio's (Santa María, 169. 22 40 07), del mismo propietario que el anterior. Ambos con actuaciones.

Textos: Ruth Pereiro


joseblog-2puntocero. ... "un Navegante Perdido en la red."

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Preciosa Madeira.....
Anna

Aurora dijo...

Anna,
Tienes razón, es preciosa, nada que envidiar a lugares que hacen tanta publicidad y se masifican.
Aurora

lely dijo...

Jose maravilosa Isla,gracias por compartir el video.
Yo conocí una Isla en Brazil este verano que se llama Isla Grande me enamore de su naturaleza, de sus playas de aguas tibias y transparentes, el nadar con peces de colores.
Y lo que mas destaco es la simpleza de su gente, para vivir se necesita un traje de baño , y unas chalas y eres feliz ademas es tan pequeña que despues de el segundo día eres un lugareño mas , en otra oportunidad , publicaré algo sobre esta Isla que yo le puse la Isla de la Fantasia.
Un beso.
Nora